Novela

Los textos que presentamos están protagonizados por siete mujeres: Eva, Circe, Penélope, Batsabé, Salomé y Gioconda, cuyas historias son ya conocidas; la novedad, que sin duda tienen, reside en que a través de la pluma de su autora las veamos desde un punto de vista, hasta ahora, inusual: el femenino. Estas mujeres no han tenido voz, aunque se han convertido en prototipos o mitos. Lourdes Ortiz les ha dado voz, las ha constituido en personajes desde dentro y les ha hecho juzgar una realidad distinta a la que siempre hemos conocido.

Pese a las diferencias estilísticas y argumentales que existen entre esta primera novela y la subsiguiente trilogía Mujer y hombre también es evidente aquí una confrontación entre los personajes femeninos y masculinos. Elena Soriano ha comentado con amargura que en 1972, Carlos Saura hizo una película, que ella considera plagiada de Caza menor, titulada Ana y los lobos.

El ambiente estaba preparado para la incorporación de la mujer a la cultura y a la sociedad, no sólo en el papel pasivo de receptora-espectadora, sino a través de su activa participación en el campo de la enseñanza, de la política, del periodismo, de la literatura, del arte y, aún, de la investigación.

No todos excluían a la mujer de participar en el romanticismo de la época. Sus defensores lo aceptaban siempre y cuando limitasen el campo de acción al género lírico. El Romanticismo sacralizó lo femenino, convirtió a la mujer en un ser inalcanzable, falsificado desde la distancia. Aquéllos que toleraban a las literatas, seguidamente recortaban su papel a una dimensión estrictamente poética.

Parafraseando sus propias palabras podríamos interpretar que para ella no había problemas del hombre ni de la mujer, sino problemas del ser humano. Sin embargo, no podemos prescindir del hecho de que en sus novelas estos problemas están encarnados en su mayor parte, al igual que en las de las autoras que inician su producción después de la guerra, en mujeres; mujeres fuertes e independientes, que tienen el valor de enfrentarse, casi siempre, a su destino, para bien o para mal, solas.

El realismo de estos relatos, impregnados de un fuerte sabor local, ofrece un retrato costumbrista de la sociedad asturiana de la época, y permite ir descubriendo la fuerte personalidad de la autora, su carácter obstinado, rebelde e indócil que rompe, desde muy temprana edad, con el molde esperado por su familia.

Cecilia Böhl de Faber, Fernán Caballero, que se sentía españolísima hasta la médula, no había nacido ni se había educado en nuestro país; pertenecía, sin duda alguna, al grupo de escritores europeos que se prendaron de España y de lo que España significaba en sentido romántico. Lo que causaba su rendida admiración era la estupenda galería de tipos, de costumbres, de expresiones, que, por los múltiples influjos de la modernidad parecían destinados a la extinción.

Este libro una obra tierna, amena y divertida. Y sin embargo, la experiencia que vivió Josefina Carabias en Francia durante la ocupación nazi debió ser infinitamente menos amena y divertida y más difícil y dolorosa. Imagínense a una mujer de 31 años recién casada, con una brillante carrera y un futuro prometedor, que llega a Francia con su marido huyendo de la guerra civil española en noviembre de 1936.

 

Por ser la última de sus novelas largas y por el tratamiento que da al tema del amor, Dulce Dueño se configura ante nosotros como un testamento literario de doña Emilia. La novela plantea de modo claro y rotundo el tema de la búsqueda de la felicidad, es decir, de aquel objeto que sacie por completo los anhelos de bien del corazón humano. A ese objeto le llama el Amor Ideal. La estructura de la novela nos hace ver que no pretende mantener la incógnita sobre el resultado de esa búsqueda sino que quiere dejarlo patente desde el comienzo.

La vida de María de Zayas está rodeada de silencios. Este vacío documental contrasta con el éxito que tuvieron sus novelas a lo largo del siglo XVII y con su propio éxito personal en el mundo de las tertulias literarias madrileñas. Es aún más sorprendente este vacío si pensamos que es una de las poquísimas mujeres escritoras de ese siglo y que precisamente tanto luchó por la incorporación de la mujer al mundo de los estudios y la cultura, en definitiva, al mundo de lo que permanece escrito.

Desarrollo

- Proyecto subvencionado por el Instituto de la Mujer de Extremadura al Grupo de Investigación ARDOPA (Universidad de Extremadura), dirigido por el Prof. Agustín Vivas Moreno, usando la aplicación web de para Gestor Documental del Profesor Faustino Hermoso Ruiz. Proyecto titulado: "Desarrollo de la confección de un Centro de Documentación para el Instituto de la Mujer de Extremadura. Análisis e investigación".

- Proyecto subvencionado por el Programa de Formación en Alternancia con el Empleo de Innovación y Talento PIT, bajo el proyecto: "Confección del Centro de Documentación del Instituto de la Mujer de Extremadura" dirigido por el Dr. Agustín Vivas Moreno y desarrollado por el Profesor Faustino Hermoso Ruiz y el Técnico de Apoyo del Grupo de Investigación de la UEx ARDOPA.